Desde los tiempos de los conquistadores Españoles, la Fiebre del Oro en California en 1849 y luego la construcción del Canal de Panamá, la banca y los servicios siempre han jugado un papel importante en Panamá.
Otros factores también han ocupado un papel en esta economía orientada a los servicios, como los son; ausencia de restricciones monetarias, la libre circulación del dólar de EEUU como moneda de curso legal, el movimiento libre internacional de capitales, una ventajosa ley tributaria que fomenta los servicios offshore, y la falta de un banco central que controle los flujos monetarios.
A pesar de este sistema monetario inusual, los inversionistas extranjeros en Panamá disfrutan de la conveniencia de usar una amplia variedad de divisas para los negocios. Esto es en gran parte debido al uso internacional del canal y sectores financieros, así como una industria de turismo que se amplía rápidamente.
Desde hace tiempo reconocido como un centro para el comercio de Las Américas ya que fue un punto de convergencia de líneas de buques de vapor a nivel mundial, Panamá de modo similar se ha convertido en un centro de operaciones bancarias y de cambio de divisas. La Superintendencia Bancaria de Panamá supervisa adecuadamente las actividades bancarias con el fin de mantener un sistema bancario confiable y de primer orden.
Más de 30 países son representados con bancos comerciales en Panamá debido a la ley bancaria 1970, que garantiza la libre circulación de fondos e impuestos más bajos.
Más de 6,000 panameños son empleados por los bancos, con aproximadamente 80 bancos extranjeros que funcionan en Panamá. Los activos netos de los bancos extranjeros aumentaron en 8 mil millones de dólares en los 5 años pasados y sus niveles de liquidez son considerablemente altos.
De todos los bancos registrados, aproximadamente el 70% se enfoca a servicios locales y extranjeros, aproximadamente el 30% están enfocados en llevar a cabo operaciones internacionales o son oficinas de representación. Es importante señalar que las operaciones bancarias offshore están exentas del impuesto sobre la renta panameño.
En un mundo que avanza hacia una mayor globalización, la experiencia que ha ganado Panamá actuando con una multitud de factores financieros incluyendo actividades bancaria y una fiscalidad especial que fomenta el comercio internacional, la convierte como un sitio ideal para llevar a cabo negocios tanto locales como internacionales.
Contrario a una creencia popular Panamá no es un paraíso fiscal, sino un centro financiero internacional y por consiguiente, es particularmente atractivo para los inversionistas extranjeros.
Históricamente, uno de los principales factores responsables de las miles de operaciones de empresas holding establecidas en Panamá por la comunidad financiera internacional, ha sido la relativa libertad tributaria. Panamá no tasa ningún impuesto al ingreso producido por fuentes fuera del país, incluyendo las utilidades de transacciones hechas fuera de Panamá. Este sistema territorial de impuestos es sólo una de las muchas ventajas de constituir una sociedad en Panamá.
El gobierno de Panamá da la bienvenida y está abierto a recibir inversionistas extranjeros y a empresas holding. Desde la última década Panamá ha aprobado una serie de importantes reformas legislativas diseñadas para reforzar su sistema democrático.
La economía de Panamá ha permanecido sólida y en sano crecimiento en la última década y la inflación es una de las más bajas de América Latina.
Los ingresos de turismo también han estado aumentando. En un esfuerzo por atraer a inversionistas extranjeros en el sector turismo, el gobierno ha definido un sólido plan de desarrollo para mejorar las instalaciones e infraestructura de resorts en las costas Atlánticas y Pacíficas.
El comercio total anual que pasa a través de la Zona Libre de Colón excede los 10.2 mil millones. La Zona Libre de Colón representa el 5 % del producto interno bruto mientras que el tráfico del Canal de Panamá, representa el 10% del PIB.
Una actitud positiva hacia la libre empresa, junto al hecho de que el dólar de EEUU es la moneda en curso legal en Panamá, ha conducido a un aumento de inversiones extranjeras.
Además, el desarrollo de instituciones e instrumentos para regular actividades de negocio en Panamá ha sido consecuente con su economía orientada al comercio y al servicio, que está estrechamente ligada al mercado internacional y enfocado a explotar la ubicación geográfica de Panamá.
También hay muy pocas limitaciones sobre inversiones extranjeras, especialmente para operaciones comerciales internacionales con sede en Panamá. Para atraer la inversión extranjera a Panamá, el gobierno ha desarrollado instalaciones institucionales y de infraestructura, maquinaria pública administrativa eficiente, directrices políticas favorables y flexibles y atractivos incentivos fiscales y no fiscales.
Históricamente, las políticas del gobierno panameño hacia la inversión extranjera han sido tan abiertas que nunca hubo necesidad de una declaración formal de política de estado sobre este asunto. La legislación apenas establece algunas diferencias del tratamiento entre nacionales y extranjeros. De la misma manera, todos los inversionistas extranjeros son tratados por igual indiferentemente de su país de origen.
El sistema legal de Panamá está basado en el derecho civil, a diferencia del derecho consuetudinario. Sin embargo, debido a sus vínculos tradicionales estadounidenses, Panamá adoptó un Código Empresarial en 1927, que es similar al antiguo Estatuto Corporativo de Delaware.
Además de las Sociedades Offshore (IBC), Panamá tiene varios tipos de modernas estructuras jurídicas. Una entidad panameña que ha capturado la atención de muchos inversionistas es la Fundación de Interés Privado de Panamá, que es muy similar a la fundación de Liechtenstein, no obstante, puede ser constituida con un costo considerablemente bajo en nuestro país.
Panamá promulgó en 1995 una ley para regir el establecimiento de esta entidad, y representa una buena alternativa a la tradicional sociedad anónima y los fideicomisos. La Fundación de Interés Privado de Panamá representa un práctico instrumento legal ventajoso para la cuidadosa y prudente planificación del patrimonio familiar, para la protección de bienes y propósitos de privacidad.